Algerian Solitaire
Este juego presenta muchos toques atmosféricos agradables. Se abre con un proverbio tuareg y dispone las cartas en un paño antiguo mientras los murmullos del habla y el sonido de un fuego crepitante corren de fondo. Los sonidos siempre se pueden silenciar si distraen demasiado.
El tema argelino no es sólo decorativo, sin embargo. El juego es diferente del solitario normal. Se utilizan dos barajas de cartas y el objetivo es formar ocho pilas de cartas, cuatro de ellas contando hacia arriba a partir de los ases y cuatro contando hacia abajo a partir de los reyes. A diferencia del solitario normal, los jugadores roban de las cartas superiores de seis pilas separadas. Las cartas pueden apilarse en orden ascendente o descendente, pero en una pila sólo puede usarse un palo. Es difícil, pero las instrucciones están al alcance de un clic. Cualquiera que esté acostumbrado al solitario normal querrá probar esta desafiante variación.